El Ministerio de Obras Públicas (MOP) usará computación de alto rendimiento y el conocimiento de los investigadores del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) y del Centro del Clima y Resiliencia (CR2) de la Universidad de Chile para considerar este factor a la hora de planificar futuras inversiones en infraestructura.
La repartición pública firmó un convenio marco con la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad para usar Leftraru (en la foto), el supercomputador más poderoso de Chile y el segundo más potente de Latinoamérica según el ranking Lartop 50. Esto, con el objetivo de proyectar obras hidráulicas, sistemas de alerta temprana en casos de catástrofe y otras inversiones públicas necesarias en un contexto como el chileno donde se producen sequías, inundaciones, terremotos, incendios forestales y erupciones de volcanes entre otros fenómenos.
No solo eso. El acuerdo también permite que el ministerio realice investigaciones junto al CMM, el Centro del Clima y Resiliencia (CR2) y otros científicos de la facultad en estos temas, donde la Universidad de Chile también es pionera.
“¿Cómo no va a ser interesante para los investigadores que pensemos qué es lo que va a pasar con la infraestructura en los próximos 20-30 años?”, se preguntó durante la ceremonia Jaime San Martín, investigador CMM y director científico del NLHPC (Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento).
En esa misma línea, Patricio Aceituno, decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Casa de Bello indicó que “la Universidad de Chile, a través de la excelencia de su academia, pone sus capacidades al servicio del Estado, cumpliendo con la misión que la ciudadanía más valora”.
Jocelyn Fernández, directora de Planeamiento del MOP, puso énfasis en la necesidad de que la universidad y el Estado colaboren en estos temas. “Se requiere desarrollar conocimiento y aprendizaje en torno a estos eventos naturales. El cambio climático ha jugado como un motor que detona catástrofes”, afirmó Fernández en el evento, y agregó que “2015 ha sido el año más caluroso de la historia en el mundo; hace alrededor de ocho años que en Chile tenemos sequía, al mismo tiempo que hemos presenciado fenómenos pluviométricos con efectos catastróficos, como el ocurrido en Atacama”.
Leftraru funciona gracias a fondos de Conicyt y tiene 17 universidades y centros de investigación asociados. Fue inaugurado en mayo de 2015 y su capacidad de cómputo permite analizar grandes volúmenes de datos, dándole sentido a la gran cantidad de información que se produce en la actualidad. Está a disposición en forma gratuita para todos los científicos chilenos y, hoy, se encuentra en un proceso para renovar su financiamiento. En esta nueva etapa, está a disposición de distintas reparticiones públicas. Además del MOP, la Agencia Chilena de Calidad de la Educación también ha utilizado esta infraestructura.
Fuente: Comunicaciones CMM